El inicio de una pequeña empresa es un trabajo duro, cualquier empresario lo sabe. Hay altos y bajos en el camino, y también hay un montón de obstáculos. Para llegar a donde está su negocio ahora, sin duda, habrá superado numerosos baches en el camino. ¿Qué sucede cuando te encuentras con un obstáculo que no se puede superar o esquivar? ¿Qué sucede cuando estás atascado?. Quedarse atrapado nos pasa a la mayoría de nosotros. La verdadera prueba es qué hacer a continuación. Sí, es difícil salir del atasco. Esta entrada ofrece algunas ideas y soluciones.
Los dueños de negocios están en constante búsqueda de nuevos clientes e ingresos, la preocupación por el cash, el flujo de efectivo y la lucha por mantener a su personal. A veces se siente como si estuvieran en una rueda de hámster sin fin. Sin resultado, tanto la energía como él ánimo y el interés pueden disminuir.
Cómo los empresarios tratan de arreglar la situación. Siguen buscando ese mágico punto de inflexión. Pero nunca hacen un compromiso con los pequeños cambios que tendrán un efecto multiplicador.
¿Qué áreas son las más problemáticas para los propietarios de pequeñas empresas?
Hay seis áreas principales de preocupación: ventas y marketing, gestión y liderazgo, dinero, productividad, redes sociales y de atención al cliente. Los dueños de negocios pueden tener un poco de experiencia en alguna de estas áreas, quizá en dos, si son excelentes en tres pero están mal equipados para hacer frente a la mayoría de ellos.
A menudo los empresarios se dejan llevar por las emergencias de hoy que son las que dictan sus planes. Comienzan cada día comprobando Facebook, LinkedIn y Twitter. Su plan diario se desmorona 15 minutos después de llegar a la oficina. Son adictos a la multitarea y a dejarse interrumpir permanentemente. En su lugar, elige dos tareas que tienen que hacerse primero y hacer antes de revisar su correo electrónico, correo de voz o las redes sociales.
Una gran cantidad de empresarios tienen miedo de quedarse atrás o perder una gran oportunidad. Así que nunca se toman un descanso real o vacaciones. Para ellos, el éxito se trata de estar ocupado, no se trata de ser productivo. Si añadimos el miedo al fracaso, en sus decisiones dejan de tomar riesgos y comienzan a tener miedo de oír la palabra “no”, lo toman como un rechazo personal.
La gestión de los empleados. Una gran cantidad de propietarios de negocios no contratan con elegancia. Tienen miedo de contratar a personas que saben más que ellos. Y contratan a toda prisa. No piden candidatos que encajen con su cultura corporativa. Es más inteligente contratar a personas que complementan su conjunto de habilidades. Juntos harán un equipo más fuerte.
Por supuesto, una de las mejores maneras de conseguir dar ese salto es conseguir la ayuda de alguien que ha estado allí, un mentor que le guíe por el camino.
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