En algún momento de la vida de una organización, casi independientemente de su dimensión, es interesante la contratación de un consultor. Surgen diferencias de criterio organizativas entre los que están a favor porque se necesita esa ayuda “extra” del exterior y entre los que consideran que el aporte no va a ayudar al crecimiento de la organización. Hay diferentes estilos y perfiles de consultores aunque la idea importante con la que comenzar es: ¿Está la empresa madura para la ayuda de un consultor?.
Varios elementos a considerar a la hora de incorporar el conocimiento de una consultora en la organización:
- Necesita tener una parte de la gestión en orden, documentada y registrada. Además pretende que desde el exterior se de una visión más clara de la situación de negocio porque el equipo de la organización actual no puede asumir más funciones, tareas o responsabilidades. No son pocas las empresas que el día a día les tiene totalmente retirados de poder abordar proyectos de mayor calado y contundencia.
- No piense que un consultor es un mago que tiene una poción secreta o un encantamiento, generalmente cuando alguien analiza una situación requiere tener toda la información y hacer el encaje de cómo esos datos se integran, el que disponga de poco tiempo o que se le exija un resultado inmediato no ayuda a que tenga una visión poliédrica de la situación a la que se enfrenta.
- Es clave definir ante quién debe responder y plantear los resultados de su trabajo, en ocasiones se diluye la responsabilidad de guiar al consultor y de monitorizar su trabajo y el resultado no tiene el impacto organizativo deseado cuando se le contrató.
- El elemento más importante para contratar a un consultor y que nunca debe perderse de vista es que está en la empresa para: Resolver los problemas que no sabes cómo resolver. Un buen consultor debe aportar nueva información, nuevas maneras de hacer las cosas, muchas organizaciones los incorporan para mejorar procesos y porque la voz exterior tiene más poder internamente, sin embargo es un error dedicar su conocimiento a mejorar lo que ya hacemos, es vital el enfoque de descubrir nueva información.
Quizá este último punto sea el que más aflora en las organizaciones que contratan consultoría, el poder dejar en otras manos la responsabilidad que nos pertenece.
Imagen | Galería de acidpix
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